Quedan unas cuantas horas para el encendido del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) y en consecuencia, de que se produzca la exterminación de la especie de la forma más tonta posible. Un agujero negro del tamaño de un goatse (con epicentro en suiza) se formará y se tragará el planeta Tierra y con él a miles de millones de ingenuos que pensaban que nunca podía fallar: "¡Son científicos, no pueden equivocarse!" "Llevan años construyéndolo y estudiándolo, es imposible que algo salga mal". No jodas, si no se equivocaran nunca, podríamos secuestrarlos y ponerlos a hacer quienielas. Nos haríamos de oro.
Pero estos plebeyos de la ciencia, estos mangurrianes de a pie, que se creen todo lo que les dicen los científicos sólo porque son famosos, tienen premios Nobeles y esas cosas aumenta-egos, no conocen la verdad: Nos vamos a la mierda.
Una patrulla de verdaderos sabios han sido los encargados de sacar nuestra futura desgracia a la luz de los medios: Nuestros amados y siempre competentes periodistas y los verdaderos profesionales de la ciencia que saben que los vendidos de los creadores del LHC nos están vendiendo como segura una máquina genocida. Pero sus esfuerzos han sido en vano. Para que os enteréis, cuando el fin del mundo haya llegado, estos seres iluminados podrán decir orgullosos: "Os lo dijimos. Teníamos razón". Y una risa al más puro estilo Nelson se oirá en el horizonte... claro, que los demás podrán responder: ¿De que os sirve tener razón? Si vais a palmar igual que nosotros, listos.
Hoy no he ido a trabajar (me da igual que me despida mi jefe, total, el finiquito ya nos lo van a dar otros) así que me he tirado todo el día en el sofa, pensando: Las especies supervivientes del desastre podrán ser las siguientes dominadoras del mundo. Y seguramente evolucionarán y obtendrán la capacidad de pensar y plantearse razonamientos. Nacerán religiones, ciencias y políticos, y eso no será bueno. Al final se plantearán el inicio de su existencia y crearan un nuevo LHC que también fallará y los mandará al carajo, dando lugar a una nueva especie dominadora. Esto es el ciclo de la vida: unos idiotas se autodestruyen en beneficio de otros.
Bueno, que queden supervivientes que dominen el planeta (o lo que quede de él) no es seguro, es sólo parte de mi imaginación. Lo que si es seguro, es que el último comentario que se oirá tras el encendido del LHC será: "La hemos liao parda".
Hasta siempre.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Vamos a morir todos
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